Este artículo está dedicado a Russ y Sandy Meyer, ya que honramos sus más de 16 años de servicio voluntario con ADRC y más de 30 años de su carrera como voluntarios. Decir que apreciamos todo el tiempo que han donado sería quedarse corto.
Los Meyers son tan desinteresados y compasivos como parecen. Russ comenzó a entregar comidas a domicilio hace años para St. Vincent's. Cuando ADRC asumió esta función, tanto Russ como su esposa Sandy comenzaron a trabajar como voluntarios con nosotros. Russ se encariñó con un caballero en su ruta que compartió con él sus historias y obras de arte durante la guerra. Obsequiaron a sus destinatarios de comida con galletas caseras, así como con pepinos y tomates de su jardín. Una persona en su ruta no podía comer dulces, así que en lugar de galletas, le trajeron un rompecabezas. Los destinatarios de la comida no solo recibieron golosinas de ellos, sino que sus perros a menudo recibieron golosinas de Sandy, ya que descubrió que podía hablar más fácilmente con los clientes cuando le daba una golosina a su perro.
Cuando se retiraron de su rol de comedor en casa, recibieron una carta de alguien en su ruta informándoles cuánto significaban para esa persona. Sus visitas, sonrisas y obsequios fueron un tesoro y, a cambio, los Meyer ahora atesoran esa carta en su caja de recuerdos.
Aunque ya no son voluntarios de comida en casa, Russ y Sandy siguen igual de ocupados. Mantienen un gran patio y jardín, juegan a las cartas, hacen rompecabezas y ven a tres de sus nietos sobresalir en el baloncesto. Russ y Sandy son fieles seguidores, sentados con orgullo en las gradas. ¡También son miembros activos de su iglesia, sirviendo de varias maneras durante más de 30 años!
La familia también es muy importante para ellos. ¡Les encanta pasar tiempo con sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos! Otro miembro de su familia es un pequeño gato naranja llamado Nugget. Se abrió paso en la vida de Russ y Sandy escondiéndose en un quitanieves en su garaje. Un día, Russ escuchó un débil maullido proveniente de algún lugar del garaje. Después de buscar un poco, encontró al pequeño gatito escuálido. La Sociedad Protectora de Animales lo cuidó hasta que recuperó la salud y Russ y Sandy lo adoptaron. Ha sido un compañero constante durante 7 años.
A Russ y Sandy,
Gracias por su compromiso, dedicación y tiempo que le dio a ADRC. Has tocado tantas vidas y sabemos que seguirás haciéndolo.