Al pensar en las caídas, puede ser útil considerar el proceso de caminar. No nacemos caminando y solo lo perfeccionamos después de MUCHA práctica. Ahora, pongamos un par de trabas al proceso: ¡la gravedad y el envejecimiento! Ambos van a ocurrir y, a medida que envejecemos, muchos factores afectarán nuestra forma de caminar. Piense en cómo caminaba hace 20 años y ahora. ¿Hay alguna diferencia? Probablemente la haya, y hay muchas razones posibles para ello.
Las condiciones de salud y los medicamentos pueden afectar no solo nuestro equilibrio, sino también nuestra capacidad para caminar cómodamente. Las condiciones de salud como la artritis o la neuropatía pueden causar algo de dolor. Nuestros reflejos también cambian con la edad. Esto significa que si alguien comienza a tropezar cuando es joven, la recuperación y evitar una caída puede ocurrir rápidamente. A medida que envejecemos, nuestra capacidad de actuar rápidamente disminuye naturalmente. La fuerza muscular también disminuye naturalmente con la edad, en particular si no tenemos un buen régimen de actividad física. La vista también puede ser un factor importante. No solo puede cambiar la vista con la edad, sino que también pueden resultar más difíciles aspectos como el deslumbramiento y la adaptación a los cambios de luz a medida que envejecemos.
Ahora, otra cosa que nos molesta: ¡el cerebro cambia! Algunos cambios cerebrales son parte natural del envejecimiento, pero cuando alguien padece algún tipo de demencia o lesión cerebral, se producen algunos cambios potencialmente importantes. Nuestro cerebro es el motor que procesa toda la información que reciben nuestros sentidos. Si nuestro cerebro está cambiando, tiene sentido que nuestros sentidos no reaccionen como antes, especialmente cuando tenemos una enfermedad o lesión cerebral. De hecho, las personas que padecen algún tipo de demencia tienen un mayor riesgo de sufrir caídas. ¿Qué podemos hacer? ¡Por suerte, muchas cosas! A continuación, se indican algunas cosas que pueden ayudar a reducir las caídas:
Actividad física
Siempre consulte a un médico antes de comenzar cualquier actividad física, pero los CDC recomiendan al menos 30 minutos de actividad física de intensidad moderada 5 días a la semana. El entrenamiento de fuerza adicional también puede ser útil.
Descanse mucho y siga una dieta equilibrada
Esto ayuda a mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones, lo que a su vez nos ayudará a evitar caídas.
Chequeos regulares
Acude a tu médico y asegúrate de realizarte los controles recomendados, la prevención es fundamental. También puedes preguntarle a tu médico sobre cualquier medicamento que pueda aumentar el riesgo de caídas.
Mira tu entorno
Un informe del Sistema de Gestión de Emergencias y Caídas de Wisconsin de 2022 señaló que los servicios de emergencia de Wisconsin respondieron a más de 74,000 XNUMX caídas más en residencias privadas (es decir, en la casa de alguien) que en caídas en carreteras o aceras. Observe de cerca su casa para detectar posibles riesgos de caídas. Utilizar una lista de verificación de reducción de caídas o pedirle a una agencia que venga y realice una evaluación de seguridad puede ayudar a tener la perspectiva de un externo. El ADRC del condado de Brown puede ayudarlo a identificar recursos para estos casos.
Si usted o un ser querido padece una enfermedad o lesión cerebral, ¡prevenir las caídas en el hogar es aún más importante! Con este tipo de afecciones, nuestro cerebro no siempre procesa el entorno como antes. Un patrón en una alfombra puede parecer de repente confuso o una superficie brillante puede parecer húmeda. ¡Haga que las cosas sean más fáciles para su cerebro previniendo una caída antes de que suceda!
Fuentes: alz.org – Consejos y herramientas para cuidadores, Cómo minimizar las caídas
dhs.wisconsin.gov – Informe sobre el servicio médico de urgencia y las caídas en Wisconsin 2022