Por: Jane Mahoney, Consultora de la Ley de Estadounidenses Mayores (GWAAR)
Brindar atención a un ser querido anciano o discapacitado es probablemente uno de los trabajos más difíciles que jamás tendrá. Ayudar con los cuidados diarios como vestirse, arreglarse, bañarse y caminar es un desafío físico. Maniobrar a través del laberinto de servicios médicos y sociales puede ser difícil y llevar mucho tiempo. Ver cómo se deteriora la capacidad de su ser querido para cuidar de sí mismo es emocionalmente difícil. Y los cambios en su propia vida personal, social y laboral como resultado de sus obligaciones de cuidado pueden hacer que se sienta confundido, infeliz y frustrado. Este estrés puede acumularse incluso en las personas más fuertes e impactar negativamente en su salud física y mental.
Es importante reconocer cuándo los desafíos van más allá de su capacidad de manejo y se convierten en lo que a menudo se denomina agotamiento del cuidador, que es un estado de agotamiento físico, emocional y mental. Los cuidadores estresados pueden experimentar fatiga, ansiedad y depresión. Aprender a identificar las señales de advertencia del agotamiento y conocer las intervenciones para reducir los niveles de estrés ayudará a que su rol de cuidador sea más manejable y agradable.
Estas son algunas señales de advertencia del agotamiento del cuidador:
- Estar al borde de las lágrimas o llorar mucho
- Sentirse impotente o sin esperanza
- Reaccionar exageradamente a molestias menores
- Sentirse constantemente agotado
- Pérdida de interés o disminución de la productividad del trabajo
- Retirarse de los contactos sociales
- Aumento del consumo de alcohol o estimulantes
- Cambio en los patrones de alimentación o sueño.
- incapacidad para relajarse
- pensamiento disperso
- Sentirse cada vez más resentido
- Estar de mal genio con la persona que cuida con frecuencia
- Crecientes pensamientos de muerte.
Es posible que no siempre reconozca los signos de agotamiento en usted mismo, pero las personas cercanas a usted probablemente lo harán. Esté abierto a los comentarios de sus amigos y familiares sobre cómo parece estar afrontando la situación. Luego preste atención a las advertencias para contrarrestar el agotamiento.
Una vez que haya reconocido que está experimentando agotamiento, puede probar varias cosas para ayudarlo a sobrellevarlo. Aquí hay algunas sugerencias:
- Pide ayuda a otros. No tienes que hacer todo. Está bien pedir ayuda.
- Obtener apoyo. Encuentre familiares y amigos con quienes pueda compartir alegrías y frustraciones. Asista a un grupo de apoyo para recibir comentarios positivos y estrategias de afrontamiento de otras personas en situaciones similares. Considere buscar asesoramiento profesional si es necesario.
- Tome descansos regulares, incluso si son solo 15 o 20 minutos mientras su ser querido duerme o se dedica a otra cosa, haga algo que lo haga sentir bien.
- Mantenga una buena salud haciendo ejercicio regularmente y comiendo una dieta saludable.
- Tómese un tiempo para escribir un diario, meditar o contemplar.
- Manténgase involucrado en pasatiempos y actividades que disfrute. Encuentre un proveedor de atención domiciliaria o pídales a familiares o amigos que se queden con su ser querido si es necesario.
Cuando comprende y reconoce que ser un cuidador puede hacer que se sienta estresado y ansioso, podrá protegerse mejor contra el agotamiento del cuidador. ¡Lo más importante que puede hacer para prevenir el agotamiento y ser un cuidador eficaz es cuidarse a sí mismo!
Para obtener más información sobre el agotamiento del cuidador y otros problemas del cuidador, llame a ADRC al (920) 448-4300.